Las técnicas locorregionales engloban una
serie de procedimientos que tienen en común, la anestesia de un
territorio relativamente amplio, como pueden ser las extremidades
inferiores o las superiores. Se realiza inyectando anestésicos
locales en la proximidad de los troncos nerviosos que recogen la
sensibilidad de estas zonas.
Con estas técnicas locorregionales se pretende evitar la
percepción del estímulo doloroso, sin necesidad de perder la
conciencia, aunque es posible realizar una anestesia
locorregional y además "dormir" al paciente con una
sedación más o menos profunda según se precise.
Estas técnicas locorregionales han estado desprestigiadas durante muchos años, por la alta frecuencia de complicaciones que había, pero no hay que olvidar, que no las realizaba un médico especializado en Anestesiología como ahora y además el material ( agujas, goteros ), medicación y el aparataje han mejorado ostensiblemente, por lo que en la actualidad son procedimientos con una alta seguridad y muy pocas complicaciones.
En el caso que nos ocupa, es decir en la anestesia de las extremidades inferiores hay dos tipos fundamentales que son la anestesia epidural y la anestesia subaracnoidea, a la que vulgarmente se le llama raqui.
Tanto la anestesia epidural como la subaracnoidea tienen una técnica muy similar, se trata de un pequeño pinchazo ( para el que previamente se suele poner anestesia local ), muy poco doloroso, entre dos vértebras, para llegar al lugar por donde pasan las raíces nerviosas que recogen la sensación dolorosa de las extremidades inferiores. Allí se inyecta una cierta cantidad de anestésico local, con lo que se consigue detener el paso de la sensación dolorosa.
Actualizamos esta página por última vez el Domingo, 27 Noviembre, 2005